Spider-Man: Into the Spider-Verse


Dirigida por Bob Perischeti, Peter Ramsey y Rodney Rothman
Con voces de Shameik Moore, Jake Johnson, Hailee Steinfeld, Mahershala Ali, Brian Tyree Henry y Liev Screiber

El estudiante Miles Morales vive en la ciudad de Nueva York con sus padres, estudiando y llevando una vida con las presiones normales de su edad, en el caso, las expectativas de su padre Jefferson. Las cosas se complican cuando Miles se ve en medio de una batalla entre el Hombre Araña y el Duende Verde, que termina con la heroica muerte del justiciero arácnido, lo cual revela al mundo su identidad secreta, al tiempo que Miles sufre la mordida de una araña que lo dota de peculiares poderes más allá de los del héroe caído, pero, además, se abre una brecha dimensional que trae consigo un gran problema arácnido, lo cual hará que la vida de Miles nunca vuelva a ser la misma.

Sony no puede hacer adaptaciones televisivas del Hombre Araña, jugosa licencia de adaptación con que cuenta, aunque sólo para cine, pero esa restricción no dice que no puedan hacer largometrajes animados, así que tomaron esa opción y llevaron a cabo una de las mejores adaptaciones del popularísimo personaje a través de su estudio especializado, Sony Pictures Animation, proyecto que comenzó en las mentes de Phil Lord y Chris Miller, infalible dúo quienes se dieron a conocer precisamente en esa casa y ahora son de los talentos más requeridos en Hollywood.

Como muchas otras animaciones actuales, sobre todo de Warner que comenzó el asunto de estas sátiras animadas, apoyando las adaptaciones de Lego, también contando con Lord y Miller, se opta por la irreverencia para llevar a cabo un filme revisionista sobre el héroe insignia de Marvel, en que igualmente hace mofa de su trayectoria reciente en el cómic, de esa propia industria de impresos y de las mismísimas adaptaciones previas de este en el estudio Columbia. El resultado es un filme fluido y desenfadado, con múltiples referencias al cómic y a las anteriores versiones en cine del Arácnido, con una ingeniosa técnica de animación que opta tanto por la más avanzada generada por computadora como por la tradicional dibujada a mano y hasta en estilo anime.

Lo mejor de todo son las múltiples referencias a las adaptaciones previas del personaje, no sólo en cine, sino también en televisión, con especial énfasis en la que fuera su primera versión muy conocida, la de la serie animada de los sesentas, tomando como punto de partida el ahora más o menos popularizado Spider-Verso que Marvel ha explotado sin ninguna originalidad (¿el Multiverso DC?) y, por supuesto, la figura de Miles Morales, el segundo Hombre Araña, surgido originalmente de la extinta línea Últimate, de la cual es prácticamente el único sobreviviente y cada vez ha ido reivindicándose más como personaje independiente por derecho propio, pero también se vale de la reciente figura de Spider-Gwen, con lo que el largometraje se hace extensivo a todo el material más contemporáneo que ha generado la familia editorial del Arácnido.

Acaso lo único que puede no llegar a gustar es el ritmo precipitado que las animaciones hechas en Estados Unidos siempre tienen, y que simplemente se niegan a hacer verdadera animación adulta, así como los cambios de tono que esa óptica provoca, con momentos solemnes que de pronto se rompen con una broma, pero en realidad no pierde en momento alguno la ilación de su propia historia. Imperdible para todo seguidor del Araña que se precie de serlo.

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