Viene de noche



Por OscarFernando
Dirigida por Trey Edward Shults

Con Joel Edgerton, Christopher Abbot, Carmen Ejogo, Kelvin Harrison Jr. y Riley Keough



En una casa rural, en algún lugar aparentemente de los Estados Unidos, una familia intenta protegerse de una desconocida enfermedad viral que mata a la gente. Los integrantes son sólo por Paul, el padre, su esposa Sarah, y el hijo adolescente de ambos, Travis, quien padece de insomnio y sufre de pesadillas cuando duerme. Al llegar otra joven pareja a vivir con ellos, las cosas parecen incluso mejorar un poco debido a la falta de recursos que es un problema mayor, pero la desconfianza, las inquietudes propias de la edad y los intereses personales se interponen, por lo que el ambiente pronto se altera hacia algo perverso y violento revelando la verdadera naturaleza humana.



Una minimalista película de terror psicológico, escrita y dirigida por Trey Edward Shults, como todo buen proyecto de cine en el que a Joel Edgerton, de paso productor de la misma, le gusta involucrarse, de impecables actuaciones, como también acostumbra el histrión, y una ejecución muy buena.



El ambiente se plantea opresivo, con una casa en la que no hay luz, tan sólo linternas que cargan durante el día, es decir, la mayor parte del tiempo discurre en la casi completa oscuridad. En cuanto a las fuentes, la película parece una variación del cómic de culto de Robert Kirkman, extremadamente popularizado en televisión, The Walking Dead, en que el mundo, o por lo menos la parte conocida por los protagonistas, ha sido asolado por alguna extraña enfermedad que acaba velozmente con todos los contagiados, por lo cual han debido huir de las grandes concentraciones de gente, esto es, de las ciudades; aunque también se notan paralelismos con la muy depresiva novela La carretera de Cormac McCarthy, que igualmente fue ya trasladada al cine por John Hillcoat, en que la necesidad primordial no es otra que alimentarse pues la mayor parte de los recursos parecen haber sido consumidos.



Pero ello es sólo el contexto, en este caso no hay zombis ni caníbales deambulando por todos lados, sino mucha desconfianza, por no saber qué sucede realmente, por las cosas extrañas que pasan afuera, por mantenerse a salvo, por cuidar cada quien sólo de los suyos, lo cual transmite peores inquietudes, como, ¿hasta donde se está dispuesto a llegar para protegerse? De tal modo, la atmósfera se vuelve pesada, tensa y muy tétrica, porque la película no tiene ningún gran despliegue técnico, en realidad toda la trama no pasa de la casa de Paul y su esposa Sarah, salvo una salida por un pequeñísimo camino.



Así, la película apela un poco a una leve crítica a la cultura de las armas de fuego en que tan felizmente vive la sociedad norteamericana, lo cual sólo provoca que todos deban cuidarse de todos pues cualquiera puede convertirse en el enemigo en tan sólo un momento. Pero es un filme esencialmente de terror, apoyado particularmente por la intranquilidad de Travis, quien es todo el tiempo el personaje más turbado y tiene las más sobrecogedoras visiones durante de la historia porque, pese a la oscuridad y la pesadez del ambiente, hay varias escenas con mucha sangre y violencia de lo más explícita desde el inicio, con la sensación todo el tiempo de que algo muy, muy malo pasará.


Una altamente recomendable opción para los seguidores del mejor terror, una sencilla película con un ambiente minimalista y encerrado que muestra la naturaleza humana como es, desde el interior.

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