¡No vayas a colgar!

Por OscarFernando

Dirigida por Alexis Wajsbrot y Damien Mace

Con Gregg Sulkin, Garrett Clayton y Sienna Guillory

Sam Fuller y Brady Mannion son dos amigos adolescentes que se dedican a hacer bromas de pésimo gusto por teléfono, para después subirlas a redes sociales y tener así más seguidores. Sam tiene problemas con su novia Peyton, y cuando sus padres salen un fin de semana tiene la oportunidad de pasar una noche con Brady para seguir haciendo sus bromas de muy mal gusto, sin embargo, las cosas se tornarán tétricas cuando ellos se conviertan en sujetos de una llamada que aparenta ser una mala broma.

Una película de suspenso y terror, en una línea un tanto similar a lo que hacía el fallecido Wes Craven, pues primero que nada remite a Scream, pero en general, como muchas películas de este género, con pocos recursos entrega un resultado decoroso en su menos de hora y media de duración, con ingeniosas vueltas de guión, escenas de terror puro y actuaciones en general aceptables.

Quizás en lo único que falla es precisamente en lo trillado de su planteamiento, no es tampoco como nada que no se haya visto antes, pero consigue innovar en cuanto a la forma de denuncia que hace del exceso de tecnología, dispositivos que permiten hacer un montón de cosas desagradables o, en el peor de los casos, ilícitas, así como de la irresponsabilidad juvenil que lleva al poco aprecio del prójimo.

También se da tiempo de jugar con lo endeble de las supuestas mejores amistades, las cuales en realidad nunca existen como tal, o esa es la conclusión a lo que llega la película, el interés sobre las relaciones interpersonales, el amor por la familia, el gusto por vivir el momento sin medir las consecuencias.

Consigue buenos momentos de terror, en la mejor vena del subgénero Slasher, y demuestra, una vez más, como este y el suspenso pueden potenciar a prometedores cineastas, pues prácticamente la trama no pasa de la casa de Sam, salvo vistas a la calle y a una habitación, que pudo ser cualquier lado y demuestra el fuerte del terror, que es la edición, dándole un ritmo adecuado a la acción.

Una razonablemente buena opción para quien guste del terror y del suspenso, y que además hace pensar en las consecuencias a que llevan los actos irreflexivos que constantemente puede realizar una mentalidad despreocupada.