Hotel Transilvania 3
Por Francisco Xavier López.
Los
monstruos también necesitan vacaciones y en esta entrega vemos como
Drac, su familia y sus amigos se toman un descanso para tomar un
crucero. Lo mismo que el Hotel, pero en el agua, dicen bien en el
trailer de la película y ciertamente tenemos más de lo mismo sin que
esto sea algo malo.
Partiendo
de la idea de los conflictos familiares, primero el padre oponiéndose a
la relación de su hija, después el establecer una dinámica de padre y
abuelo y ahora la hija no aceptando la necesidad afectiva del padre,
tenemos una historia que se apoya en la dinámica entre los personajes ya
conocidos y el repetido tema de la integración, de la aceptación de
quienes son diferentes.
En
este caso, la intolerancia y el odio esta representado por Gabriel Van
Helsing, quien después de años de fracasos intentando acabar con Drac,
tiene un plan que parece perfecto. Usando a Ericka, su bisnieta, engaña a
la población de monstruos para llevarlos hacia una trampa.
La película es una ráfaga de chistes, algunos buenos y varios muy obvios y
forzados. El exceso de personajes hace que varios de ellos apenas
reciban tiempo en pantalla, reduciendo su participación a alguna broma y
limitando su interacción. Hay pequeñas subtramas sobre la vida en
pareja y la dinámica familiar pero se quedan a medias, no se explotan.
Dennis, el pequeño hijo de Mavis, tiene sus escenas pero pierde
importancia con respecto a la segunda parte, El abuelo Vlad solo tiene
un par de apariciones que no aportan a la trama.
Por otro lado el diseño de personajes es un tanto irregular, pues el villano principal tiene una apariencia francamente grotesca.
Al
final, como es de esperarse volvemos a los lugares comunes de la serie,
el soundtrack con música electrónica, los bailes, los balbuceos de Drac
y la escena en el tejado del Hotel.
En
resumen la cinta cumple con su propósito que es divertir a los niños,
no se debe olvidar que aunque haya ciertas bromas que solo los adultos entenderán, es una cinta infantil de verano y al parecer esto otorga
licencia para los absurdos, como la resolución del conflicto.
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