Deadpool 2
Por OscarFernando
Dirigida por David Leitch
Con Ryan Reynolds, Josh Brolin, Morena Baccarin, Julian
Dennison, Zasie Beetz, Brianna Hildebrand, Shiori Kutsuna, T.J. Miller, Stefan Kapičić, Leslie Ugams, Rob Delaney y Jack Kesy, Karan Soni
Tras pasar por un imprevisto con su amada novia, Vanessa, Wade
Wilson, el mercenario bocazas, el degenerado que se regenera, Deadpool,
debe buscar nuevos objetivos que perseguir, encontrándolo en un joven mutante
que se convierte en blanco de Cable, un paramilitar viajero del futuro
con muy buenos motivos para deshacerse del joven. Wade deberá concentrar
todos sus esfuerzos en hacer un nuevo acto heroico salvando al chico, iniciando
otra irreverente aventura.
Hasta hace tres años, casi nadie confiaba en Deadpool, menos al
interior de 20th Century Fox, ahora todos lo saben, y solo el empeño y
la perseverancia de Ryan Reynolds sacaron adelante el proyecto del
personaje en solitario en 2016. El resultado es también bien conocido por
todos, una de las películas más rentables de la historia, la lección más
valiosa que dejó aquella experiencia, una inversión bastante conservadora para
su estándar, pero con una gran corrida comercial gracias a su ingenio y
creatividad.
Pero ni Deadpool es inmune a la prueba de fuego, la segunda parte, y
vaya que pasó por contratiempos para concretarse una vez que se convirtió en
objeto de gran interés para el estudio. El director Tim Miller deseaba
una mayor espectacularidad y por tanto mayor presupuesto, diferendo que no
concilió con Reynolds, lo que derivó en su salida, seguido de inmediato
por el músico Junkie XL, e incluso las acusaciones de violencia contra el
comediante T.J. Miller, justo en esta época en que esas conductas están
más sancionadas que en otras, como debe ser, y de quien Reynolds solo ha
declarado que no volverá en el futuro.
Al relevo de Miller entró David Leitch quien, de acuerdo a Reynolds,
resultó el más adecuado al entender lo que necesitaban en ese momento, quizás
porque vino también de haberse dado a conocer con un modesto presupuesto a través
de Joh Wick; mientras Tyler Bates se hizo cargo de la música.
Pero la entrada de Leitch no impidió el muy desafortunado fallecimiento
de una doble de acción durante el rodaje en Canadá, otro contratiempo, y eso
sin contar las regrabaciones, que al público por algún motivo les dan mucho
miedo cuando son totalmente normales para todo filme, sea de gran o bajo
presupuesto, de estudio o independientes.
Ahora bien, a estas alturas sería bueno saber qué tanta intervención tiene Reynolds,
quien además de productor y coguionista, por el tono de la película es fácil
deducir que tiene también muchísimo control en la dirección; la ejecución en
varias secuencias es idéntica a la de la primera película. Pero el resultado
está más que a la altura, que es lo importante, por eso ahora las cosas son al
contrario, a Reynolds el estudio le permite hacer básicamente lo que
quiera y esta película es prácticamente su mejor carta de todo el año, sobre
todo al haber pospuesto los que serían los otros dos filmes X-Men para
este 2018.
Deadpool sigue siendo el más irreverente pero ingenioso antihéroe del cine,
burlándose de todo y todos, de Marvel, de Doctor Strange, de los
cómics, de la franquicia X-Men de Fox, sus fallas y aciertos, de Warner/DC
y sus desaciertos, de Hollywood, de sí mismo, de su presupuesto, siempre de su
presupuesto, el único tema que no toca, y es curioso porque se hace evidente,
es la potencial compra de casi todo 21st Century Fox por Disney,
lo cual es probable que sea debido a ordenes del estudio, al ser ese un tema
delicado para ambas compañías; en tanto no se concrete, no existe.
Pero lo más irónico de todo es que Reynolds y Leitch adaptan
bastante mejor a los personajes de X-Men en que está basado el
irrespetuoso antihéroe, con mucho más afortunadas caracterizaciones de estos,
si bien Black Tom Cassidy y la misma X-Force quedan muy
desaprovechados, además que la música de Bates no alcanza esa calidad
electrónica de Junkie XL. Eso y que, desde luego, esa frescura de la
primera parte se pierde, lo cual era previsible, aunque apenas si se siente.
Por todo lo demás, el filme
sale muy bien librado, con Josh Brolin, a quien lo mejor de su carrera
le ha llegado ahora que pasa de los 50 años, como un sólido Cable, al
mismo tiempo que es Thanos, o la propia Beetz como esa no muy
gustada caracterización de Domino. Un gran entretenimiento de verano
para adultos, con muchísima irreverencia, buenos chistes y rutilante acción.
Una muy buena propuesta para esta temporada.
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