Venganza del más allá (Revenge)
Por: Francisco Xavier Lopez
En
una cartelera dominada por los primeros blockbusters del año, hace su
estreno una digna representante del género de Violación y Venganza para
el disfrute y regocigo de los fans de la sangre y la violencia gráfica.
Coralie
Fargeat, con una breve trayectoria en cortometrajes y series de TV,
debuta de una forma brutal en la gran pantalla con una historia sencilla
y predecible pero que cumple con todas las expectativas del público
aficionado al Rape and Revenge, con una excelente dirección y una cinematografía que entrega crudos detalles de la carniceria desatada por la protagonista.
El
argumento es simple, Jennifer (Matilda Lutz) es la amante en turno de
Richard (Kevin Janssens) un empresario adinerado que esta en un viaje de
caza junto con dos amigos. Todo es idílico en una moderna casa de
descanso en medio del desierto, pero la sensualidad de Jennifer, es
demasiada para Stan (Vincent Colombo) quien viola a la chica.
Jennifer
aterrada ante la indiferencia de Richard, amenaza con hacer pública su
relación, lo cual provoca la ira de Richard quien junto a sus compañeros
deciden acabar con ella.
Hasta
ahi todo normal, lo interesante comienza justo cuando dan por muerta a
la chica, pero esta demuestra ser un enemigo más formidable de lo que
imaginaban. Es entonces cuando comienza la venganza.
No
hay mucho que decir sobre los personajes, son estereotipados y un poco
caricaturescos, el verdadero merito de la cinta esta en el estilo
narrativo. La ambientación en el desierto, en un lugar en medio de la
nada, es el escenario perfecto para contar una historia que bien pudo
ser filmada en los setenta.
La
transformación de Jennifer, de una chica trofeo en una maquina asesina
es impresionante y con una buena dosis de humor negro e involuntario. Es
importante que el espectador adecué sus expectativas, pues al igual que
en los filmes de terror, lo mostrado en pantalla funciona cuando se
entiende la intención del filme.
Violencia,
sangre, mucha sangre. Tanta que los encargados de la producción se
quedaron sin material para filmar algunas escenas. Los enfrentamientos
van subiendo de tono hasta el duelo final, en el cual el fotógrafo
Robrecht Heyvaert nos estrega unos planos secuencia tremendos, los
cuales dan un dinamismo tremendo a las escenas finales.
En
resumen, una película que cumple cabalmente con lo prometido, no hay
que buscar más que entretenimiento y violencia gráfica, a veces, eso es
todo lo que se quiere cuando se va al cine.
Calif: 9/10
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