No soy una bruja
Por Francisco Xavier Lopez
Shula vive en el norte de Zambia, tiene 8 años, lo que no tiene es una familia. Su mirada es fuerte, profunda, atrapante.
Un
día, sin mayor motivo que la busqueda de un culpable para un hecho tan
trivial como la torpeza, es acusada de brujería, una práctica común en
varios paises africanos por la cual muchas mujeres son despojadas de
todo, familia, dignidad, identidad.
Después
de un intento de juicio en la oficina de policia local, no queda más
remedio que discernir la verdad de la manera tradicional, con el
veredicto de un chaman y el sacrificio de una gallina.
Una
vez declarada culpable, Shula es trasladada a un campamento de brujas,
donde se une a otras mujeres que han sufrido su mismo destino, la
marginación para mantenrlas con vida.
Estos
campamentos no sólo han evitado los linchamientos y ejecuciones de
cientos de mujeres, también se han convertido en atracciones turísticas,
donde las supuestas brujas son exhibidas como si estuvieran de un
zoologico.
Por
su corta edad, Shula se convierte en una celebridad local manejada por
el Señor Banda, el ministo de turismo y tradiciones mágicas, quién la
utiliza para ganar dinero.
La
cinta no es un documental, tampoco una denuncia. Es una historia de un
alma inocente que cae víctima de la ignorancia, el miedo, los prejuicios
y la discriminación. Es irónico que precisamente Zambia sea uno de los
paises que primero otorgo derechos a las mujeres, antes que varias
naciones occidentales. Precisamente son las mujeres quienes hacen las
acusaciones y los señalamientos.
Es
dificil no pensar en los usos y costumbres en nuestro país. Los
absurdos en la historia terminan siendo graciosos ante la incredulidad
de quien presencia los dichos y acciones de la gente rodea a la
protagonista, incluso su sufrimiento provoca una risa nerviosa ante la
tristeza y el miedo que transmite durante una entrevista para la
televisión.
La
película ha sido premiada y bien recibida en festivales en Europa, su
fotografía es maravillosa y técnicamente impecable, los encuadres
desnudan a lospersonajes y los escenarios son de una belleza y un color
inolvidables.
Se
ha calificado a esta historia como de realismo mágico y no es dificil
coincidir con esta afirmación, todo en ella parece irreal, pero al mismo
tiempo es tan cierto que el espectador se cuestiona lo que ve y lo que
escucha. Es como un cuento de hadas, pero sin final feliz.
Maggie Mulubwa,
la protagonista de esta cinta prácticamente no tiene díalogos, pero
suactuación es increible, transmite la devastación de quien no tiene
nada, de quien no tiene a donde ir, de quien no tiene esperanzas. Su
mirada parace perderse en el horizonte y al mismo tiempo traspasa a
quien se encuentra con ella, es imposible no sentir empatia por su
personaje.
Al final Shula, no es una bruja, pero tampoce se le permitió ser una niña, ser una persona.
Una película que no es facil de ver por su temática y su ritmo, pero que dificilmente se olvidará, dejando huella en el público.
Calificación: 9/10
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