Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas
Por OscarFernando
Dirigida por Luc Besson
Con Dane DeHaan, Cara Delevingne, Clive Owen, Ethan
Hawke, Rihanna, Herbie Hancock y Sam Spruell
En el futuro, la Tierra envía una gran estación al espacio profundo, la
cual termina siendo la Ciudad de los Mil Planetas. En un futuro aún más
distante, en el siglo 28, el mayor Valerian de la base Alfa tiene la
visión de un mundo destruido que lo lleva a embarcarse con su compañera, la
sargento Laureline, en una aventura de proporciones siderales.
Pues bien, el tan sonado gran regreso a la ciencia ficción del reconocido
director francés Luc Besson, la más costosa producción hasta la fecha en
la cinematografía del país galo, y tras veinte años de su Quinto elemento,
es una película un tanto desigual como lo fuera aquella; quizás el fuerte de Besson
no es este género. Basada en el cómic, también galo, Valérian et Laureline de Pierre
Christin y Jean-Claude Mézièrez,
del cual se ha estado haciendo mucha publicidad sobre que fue la fuente de Star
Wars, cosa que estuvo mal para promocionarla porque es una verdad sesgada
pues la obra de Lucas bebió de esa y de varias otras obras más, en
principio de Flash Gordon, es una aventura algo más consistente que El
quinto elemento, pero no concreta del todo sus ideas, en primera porque
intenta abarcar mucho en una sola puesta en escena.
Tal vez el único verdadero error de Besson, tal y como en El
quinto elemento, es que apuesta más al aspecto visual y técnico que a
desplegar su bien conocida destreza como realizador. La película es toda una obra
llena de colores e imágenes espectaculares, aunque a estas alturas, con la
presente evolución del cine, es cada vez más difícil impresionar al público
sólo con ello, pero la trama, que él mismo adaptó del cómic, se vuelve un tanto
inconsistente para empezar porque no decide el tono exacto que busca, es una
película de ciencia ficción con acción, asomos de comedia romántica y toques de
drama. No es que sea una mala película, es sólo que pareciera una mezcla de
muchas cosas, tantas que de plano se pierden ciertas sutilezas, como las
motivaciones del villano que en ningún momento de sus más de dos horas y cuarto
de duración se detiene a explicar, mientras el desempeño de sus protagonistas
no alcanza a ser lo suficientemente convincente, acaso tan sólo Delevingne,
porque el resto no pueden evitar no tomar en serio la propia recargada
historia.
El diseño de criaturas es, como en El quinto elemento, multicolor y
humanizando a todas las razas, igual que el diseño de producción en general que
parece presentar una serie de cosas que ya se han visto en múltiples películas
del género anteriormente, comenzando por Star Trek y sus trece entregas,
y hasta la tribu Índigo del cómic de Linterna Verde; el trabajo
en efectos visuales es en verdad impresionante, probablemente lo más destacado
del filme, con cantidad de escenarios, naves, lugares y cambios. La música del
gran Alexandre Desplat es buena, aunque no su mejor trabajo, pues como
todo el filme en general, se vuelve dispersa e indefinida, esperemos que a Besson
no le pase lo que a David Lynch con su horrorosa versión de Dune
en 1984, pues el francés también se ha apresurado a anunciar que ya trabaja en
los guiones para lo que serán las segunda y tercera partes.
Una buena película para
todo seguidor del conocido realizador francés, aunque para los que gustan de la
ciencia ficción tal vez no resulte del todo satisfactoria, pues parece tomar lo
más vistoso de otras propuestas del género.
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