Dunkerque
Por OscarFernando
Dirigida
por Christopher Nolan
Con
Fionn Whitehead, Tom Glynn-Carney, Harry Styles, Aneurin Barnard, James D’Arcy,
Barry Keoghan, Kenneth Brannagh, Cillian Murphy, Mark Rylance y Tom Hardy
Desde el punto de vista de algunos oficiales, soldados y un piloto se
cuenta la historia del regreso a casa en 1940 durante la realización de la
Operación Dinamo, el Milagro de Dunkerque, que consistió en la requisición de
embarcaciones civiles para el rescate de más de 400,000 soldados británicos,
franceses y belgas, de la playa de Dunkerque en Francia, antes de que el
movimiento Aliado estuviese consolidado.
El realizador británico Christopher Nolan es uno de los pocos que
hasta la fecha puede presumir de no haber entregado ninguna película que pueda
ser considerada como mala, y esta vez se embarca en un tema muy trillado, la
Segunda Guerra Mundial, la cual desde hace algún tiempo el cine ha dejado de
idealizar concentrándose más en mostrar los horrores y las devastadoras
consecuencias que dejara en los involucrados. Bien, pues Nolan lo hace
de nuevo, entrega una película que aborda la señera confrontación de una manera
totalmente diferente.
Con pocos diálogos, Nolan narra la historia de la natural e
instintiva búsqueda de la supervivencia, con una serie de soldados que sólo
desean salir de Francia, en medio de un cierto grado de desorden, la completa
incertidumbre inherente a cualquier guerra y la abstracción a que lleva estar
al filo de la muerte ante un enemigo que se vuelve invisible.
Es en ese punto en donde Nolan demuestra que es un director
brillante, todas sus películas han sido de diferentes géneros, desde el thriller,
pasando por el cine de superhéroes, al que logró hacer despegar
irreversiblemente en una trilogía, como todos saben; el cine de época con
toques fantásticos y la ciencia ficción, y ahora aterriza en un tema tan
frecuente como lo es la Segunda Guerra Mundial, aquella que cambió el statu quo
para siempre, pero nunca muestra a los alemanes nazis. Salvo un par de aviones
y siluetas de hombres en una de las últimas escenas, los nazis no aparecen, lo
único que hay es la voluntad de sobrevivir con la conciencia de que ese enemigo
acecha, pero no se le puede ver, sólo se sabe que hay que escapar.
El contexto que Nolan desarrolla en la historia, que él mismo
escribió, es muy sólido en ese aspecto. Casi todas las películas del tema se
centran en las grandes operaciones militares, cuando los Aliados concretaban
sus planes o el ejército alemán comenzaba a cometer errores, pero la Operación
Dinamo fue realizada en 1940, cuando el dominio alemán se volvía aplastante
tras tomar Francia, así es que no se sabía lo que sucedería.
Nolan se concentra en momentos, el filme narra en líneas temporales
entrecruzadas un mismo acontecimiento, porque la guerra está determinada en
eso, en momentos. No es sólo la falta de diálogos, el temor, que el papel de Tom
Hardy sea más bien breve y estático, sino la forma de contar la historia,
cuando el pueblo británico debió solidarizarse y comenzar a apoyar a sus
soldados prestándoles la ayuda que era posible en un momento en que no se
tenían planes exactos sobre qué pasaría.
Como cineasta completo, Nolan saca lo mejor de sus bien conocidos
colaboradores, en este caso una sobrecogedora musicalización del alemán Hans
Zimmer, a quien al parecer aprovecha mejor que nadie; una fotografía del sueco-neerlandés
Hoyte van Hoytema (ya que Wally Pfister persiguió también sus propios
ánimos de director) que se vuelve reflexiva de esos momentos cruciales no de la
guerra, sino en la vida de los involucrados.
Nolan ni siquiera necesita de más de dos horas para narrar la trama, en realidad
es la película más corta que ha hecho hasta ahora con 1:45 de duración; lo
único que requiere son esos momentos de vida, ya sea en el muelle de Dunkerque,
en el mar desde el bote de uno de los civiles o en el aire en donde un único
heroico piloto consigue salvar a miles de hombres.
Christopher Nolan se refrenda como uno de los directores más
perfectos de la actualidad, sin necesidad de hacer ningún gran despliegue
técnico, aunque el trabajo en efectos visuales es sobresaliente, mientras la
edición de sonido y el sonido son espectaculares, empero, no es sólo eso, sino
una obra contemplativa y puramente visual dedicada a esos soldados que
estuvieron en peligro en Dunkerque. Una de las mejores películas en lo que va
del presente año.
Comentarios
Publicar un comentario