La Guerra por el Planeta de los Simios

Por OscarFernando

De 20th Century Fox

Dirigida por Matt Reeves

Con Andy Serkis, Steven Zahn, Karin Konoval, Toby Kebbell, Woody Harrelson, Gabriel Chavarria y Amiah Miller

La fiebre de los simios, que dota de gran inteligencia a los primates, se extiende con efectos cada vez más adversos para los seres humanos. Un destacamento de militares fanatizados al mando de un despiadado Coronel, busca a la manada de César, el simio revolucionario iniciador de la liberación de su especie, cometiendo barbaridades en contra de estos por verlos sólo como animales, al tiempo que simios renegados, seguidores del difunto Koba, ayudan a esos humanos. Tras padecer las brutalidades de los militares y encontrar una niña humana en el camino, César busca enfrentar al Coronel, llevando la batalla contra los seres humanos a un clímax, del cual no todos saldrán vivos.

O El Planeta de los Simios: la Guerra, como tuvieron a bien ponerle acá. El talentoso director Matt Reeves, uno de los que están de moda actualmente por su buen manejo de los guiones con interesantes analogías, regresa para cerrar una primera trilogía del Planeta de los Simios reiniciada en 2011 por el más voluble, pero no menos hábil, Rupert Wyatt. Como en la anterior película, Reeves consigue una muy bien lograda puesta en escena que hace cuestionar y confrontar lo que consideramos que nos hace civilizados y humanos con aquello que realmente pueda serlo.

El Coronel es un ser frustrado, quien ha padecido en lo personal los estragos que provoca la fiebre de los simios y está viendo mermar dramáticamente la especie humana, lo cual lo ha llevado a la completa sociopatía y a no tener miramiento alguno con los simios, mientras César sólo desea el bienestar de los suyos, después de todo no es su culpa que esa misma enfermedad sea la que los haga prosperar como especie, pero mientras su propia comunidad ha crecido, esta se ha vuelto divisiva, porque tampoco pueden negar su propio instinto animal ni los vicios de una sociedad avanzada, por lo que no todos están de acuerdo con el mando. Incluso entre los simios existen traidores y convenencieros cual Judas bíblicos.

Las actuaciones son muy buenas, si bien Woody Harrelson aparece más bien poco, refrenda su rango como histrión capaz de hacer comedias, acción o, esta ocasión, al brutal antagonista, un militar sin más objetivo que acabar con los simios y llevar a cabo sus propios planes, así sea sin el respaldo de sus mandos. La parte de Andy Serkis de nuevo como el simio inteligente César es sencillamente asombrosa, un trabajo de mímica, complementación digital y auténtica actuación que demuestran porqué es el maestro de la captura de movimientos, al convertir a su personaje en el Mesías de los simios.

Parte de lo más destacado que ha tenido esta nueva versión del Planeta de los Simios son los enlaces con la película original de 1968, en que los elementos se van hilvanando para quedar como los conoció originalmente ese astronauta Taylor de Charlton Heston, y en esta se hace de nuevo de un modo muy inteligente, atando cabos en el guión y poniendo el escenario, pues, como el propio Reeves ha declarado, no tendrían necesidad alguna de rehacer esa película.

El trabajo en efectos visuales de Weta Digital de Peter Jackson es realmente muy avanzado, la digitalización es prácticamente imperceptible, pero, lo más importante, es que se usa como una herramienta para contar la historia, no sólo un tramposo gancho para captar la atención. La música de Michael Giacchino es de nuevo estupenda, con sonidos de tipo tribal para acentuar que esta vez, más que en las anteriores, la trama está contada desde el punto de vista de los simios.

La ambientación es ahora mayormente en bosques, algunas cuevas y exteriores, no hay vistas a las ciudades, con lo que recuerda de algún modo al show The Walking Dead, por lo visto actualmente hay cierta inquietud por un Apocalipsis y, también en esta ocasión, los personajes humanos son muchos menos, pues la intención es mostrar el drama de vida por el que deben pasar los simios para sobrevivir con un anatema.

Un magnífico cierre de trilogía, que sólo deja deseando ver más para conocer cómo fue que la Tierra llegó a ser un Planeta de los Simios.