La titánica labor de retomar un clásico
Por OscarFernando En 1982 el mundo conoció Blade Runner , la tercera película de Ridley Scott , la cual en su momento y, por extraño que aún suene enterarse para algunos quizás muy jóvenes, fue mal recibida tanto crítica como económicamente, pues se le consideró en exceso depresiva, pesada y, en un verdadero extremo de opinión, pornográfica (¿? [bueno, esa misma crítica especializada en 1968 calificó mal 2001, Una odisea en el espacio por considerarla muy rígida, manera larga de disimular, como nos pasa a todos en las primeras cinco ocasiones que la vemos, que no le habían entendido]), mientras el público sencillamente no la tomó mucho en cuenta. Sin embargo, apenas unos dos años después de su estreno, se hacía evidente que su impacto dentro del género era poco más que mayúsculo y había cambiado por siempre e irremediablemente la manera de ver y hacer ciencia ficción. El realizador británico, quien ni siquiera leyó la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? , d